Hoy 6 de Noviembre con motivo de celebrarse el día del MICROBIÓLOGO la Junta Directiva del Capitulo Metropolitano extiende sus mas sinceras felicitaciones a todos los profesionales que ejercen esta hermosa labor, deseándoles que continúen con entusiasmo y éxitos contribuyendo en beneficio de la humanidad.
En este día tan especial honramos al Dr. Jacinto Gutiérrez Alfaro con su biografía por ser quien propuso la celebración del día del Microbiólogo el 6 de Noviembre.
Jacinto Gutiérrez
Alfaro

Fue
discípulo de José Izquierdo, Jesús Rafael Rísquez, Domingo Luciani, Vicente
Peña, Alfredo Borjas y varios otros maestros de la Medicina nacional. Fue
estudiante de excepción y de brillante inteligencia, lo que lo hizo merecedor
de las más elevadas calificaciones. Realizó su internado en el Hospital Vargas
de Caracas, la Maternidad Concepción Palacios y el Hospital Carlos J. Bello de la
Cruz Roja Venezolana. Siendo estudiante actuó como jefe de la Sección de
Hematología y Química Sanguínea del laboratorio de la Cruz Roja Venezolana. Fue
técnico del laboratorio de la Clínica Córdoba y preparador de la Escuela de
Técnicos de Laboratorio fundada por el ilustre microbiólogo Jesús Rafael
Rísquez. Durante el último bienio de su carrera, fue preparador por concurso de
oposición en la Cátedra de Bacteriología y Parasitología de la Escuela de
Medicina de la Universidad Central de Venezuela, lo que culminó con la
elaboración de una guía de trabajos prácticos. Concluye esta época de estudio y
trabajo afanoso con la obtención del título de Doctor en Ciencias Médicas el 15
de octubre de 1940. Realizó su tesis con grandes méritos, titulada "La sinfisiotomía
de Zárate en Venezuela", la cual incluía su invento, el ginecostato
angular, que le mereció el reconocimiento de la Medicina de su época.
Inició sus
actividades profesionales en medicina general durante algunos años,
conjuntamente con el laboratorio clínico como director en la Clínica Córdoba.
En 1947 se traslada al hospital privado Centro Médico de Caracas donde funda el
Servicio de Laboratorio junto a su apreciado profesor el Doctor José Antonio
O´Daly. En 1956 crea la Sección de Microbiología de dicho servicio. En este
laboratorio el maestro Gutiérrez Alfaro y sus colaboradores aislaron por
primera vez en Venezuela bacterias como Mima
polimorpha, Edwardsiella
tarda, Streptococcus
mutans y Eubacterium
lentum. Estas y
otras innumerables investigaciones fueron presentadas en todas y cada una de
las jornadas y congresos organizados por la Sociedad Venezolana de
Microbiología.
En 1947 y
1954 fue adjunto del Servicio de Laboratorio "Rafael Rangel" en el
Hospital Vargas de Caracas. Se desempeñó como director del Laboratorio Central
del Instituto Venezolana de los Seguros Sociales, así como también fue fundador
y director del Laboratorio del Hospital Universitario de Caracas y de su
Sección de Microbiología, desde 1966 hasta 1978. En 1941 se incorporó como
profesor de la Cátedra de Higiene de la Escuela de Medicina de la UCV y fue
jefe de trabajos prácticos de Bacteriología y Parasitología en la antigua
casona que fue sede de la enseñanza médica durante muchos años y en la
actualidad, sustituida por el edificio de la Escuela de Medicina José María
Vargas. En 1957 fue profesor agregado y jefe de la Cátedra de Bacteriología y
Parasitología de la Escuela de Odontología de la UCV. Como educador ve culminar
sus anhelos de hacer del laboratorio una carrera universitaria y funda la
Escuela de Bioanálisis y se incorpora a ella activamente como profesor titular
de Microbiología.
Pero no todo
es ciencia, docencia y laboratorio en el Maestro Gutiérrez. En 1944 utiliza,
por primera vez en nuestro país, la penicilina, logrando salvar la vida de una
paciente con neumonía neumocóccica que no respondía al tratamiento sulfamídico
convencional. Con esta hazaña, el maestro Gutiérrez se transformó en el primer
protagonista de la era antibiótica en Venezuela. Durante muchos años de
dedicación a la Microbiología Clínica incursiona por diferentes áreas y realiza
aportes invalorables a la Microbiología venezolana. Movido por un infatigable
deseo de superación viaja a los Estados Unidos y realiza contactos personales
con bacteriólogos de la talla de V.R. Dowell y W.S.C. Moore. Con ellos aprende
Bacteriología anaeróbica en el Centro de Enfermedades Transmisibles de Atlanta
y en el Instituto Politécnico de Virginia. Los anaeróbicos se convierten en su
nueva pasión que lo lleva a realizar múltiples trabajos de investigación y a
coordinar cursos de entrenamiento en todo el país. Con justa razón lo hemos
reconocido como el "Padre de los Anaerobios" en Venezuela. Su
permanente y fructífera inquietud lo lleva a indagar otros temas de interés
clínico-microbiológico. Tal es el caso de las infecciones nosocomiales. A ellas
dedicó muchas horas, creando normas y procedimientos, dictando conferencias,
organizando cursos, asesorando comisiones de trabajo e investigando problemas
propios de nuestras, instituciones de salud.
Fue promotor
y coordinador de la primera encuesta nacional sobre infecciones hospitalarias,
así como también fue el creador de las dos primeras comisiones de control de
infección que aparecieron en Venezuela, una en el Hospital Universitario de
Caracas y la otra en el hospital privado Centro Médico de Caracas. Su presencia
en congresos de Microbiología y de Patología Clínica, tanto nacionales como
internacionales, lo convirtió en el médico microbiólogo más querido y respetado
por todos. Siempre estuvo allí, como asistente espectador o coordinando una
mesa de trabajo, como el conferencista de orden o ayudando a resolver un
imprevisto en el sistema eléctrico de la sala, como presidente del evento o
como el generoso comentarista de las virtudes de un trabajo científico de uno
de sus colegas, pero siempre estuvo allí. Lo conocen en México, Panamá,
Colombia, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Perú, Estados Unidos, Inglaterra,
España, Italia, Israel, países que visitó dejando muy en alto el nombre del
nuestro.
Fue miembro
fundador y primer presidente de la Sociedad Venezolana de Patología Clínica,
así como también fue fundador de la Sociedad Latinoamericana de Patología
Clínica. Dirigió los destinos de la Sociedad Venezolana de Microbiología
durante once períodos. Fue presidente del VII Congreso Latinoamericano de
Patología Clínica, celebrado en octubre-noviembre del año 1986. El maestro
Gutiérrez también fue miembro correspondiente de la Academia de Medicina y de
la Sociedad Venezolana de Historia de la Medicina. Nuestra Sociedad Venezolana
de Microbiología ha llegado a reunir cientos de miembros de todo el país. El es
el fundador de los capítulos de Aragua, Carabobo, Zulia, Centro Occidente y
Falcón. El 30 de enero de 1969, propone que el día del microbiólogo, se celebre
el 6 de noviembre, fecha cuando se conmemora el día de la creación de la
primera Cátedra de Bacteriología de América por el Dr. José Gregorio Hernández.
La Sociedad Venezolana de Microbiología le debe mucho y por ello se llena de
gloria cuando el IV Congreso Venezolano de Microbiología fue honrado con su
nombre. Con entusiasmo participó en el homenaje organizado en 1992 para
celebrar sus ochenta años de vida.
En 1995
asistió a los actos conmemorativos del Año Louis Pasteur, pero ya se notaba que
la salud del maestro se deterioraba, hecho que se hizo más evidente durante los
cinco años finales de su existencia. Deseo coronar este pequeño bosquejo de la
vida y obra del maestro "JJ" (como le decimos en confianza los que le
debemos nuestra vocación por la Microbiología) señalando que su sabiduría y
excelentes virtudes humanas son fuente inagotable de ideas para los
microbiólogos que hemos compartido con él parte de nuestras vidas. Querido
maestro, la ciencia médica venezolana se sigue nutriendo de sus ideas y de su
presencia a pesar de su desaparición física ocurrida el 10 de octubre de 2000.
Que Dios lo tenga en su Gloria.
Oswaldo Carmona
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